CASCO ANTIGUO, Sevilla 14 de Mayo de 1980
Es curiosa la constante que habrán observado en la página, que a través de un tema se suceden las comunicaciones de los lectores, de forma que levantamos pequeñas aportaciones colectivas sobre la historia y la leyenda de la ciudad.
Algo así ha surgido en torno al tema de la Punta del Diamante, que vino a la sección a raíz de la explicaciones que dábamos a los más jóvenes sobre los ensanches en el centro de la ciudad.
Después de las comunicaciones que ya hemos reproducido sobre el mentís al supuesto de que el lugar se llamara así por la cervecería, quedamos en que se trataba de una denominación tradicional de la ciudad, ratificada por el nomenclátor de Olavide.
Pero, ¿por qué Punta del Diamante ¿Qué diamante era aquel que dio nombre a la esquina de la calle de la Mar con Génova?
Una lectora, que nos ruega silenciemos su nombre, nos envía una interesante aportación.
<<Me decido a contarles -nos dice- lo que hace bastantes años me explicaron. Según me dijeron, la Punta del Diamante se llamaba así porque sobre la cúpula de la iglesia del Sagrario, al final de la cruz o veleta (no recuerdo bien lo que es) cuando hace sol, y a determinadas horas del día, brilla algo así como un gran diamante, cosa que pude comprobar cuando me lo contaron. No sé si será cierto o pura leyenda, pero quien me lo refirió era persona culta y bastante mayor, por lo que me merecía crédito. No nací en Sevilla, pero vine muy pequeña y recuerdo muchos aspectos de la Sevilla de entonces, más reducida, pero más encantadora, más familiar...>>
<<Me decido a contarles -nos dice- lo que hace bastantes años me explicaron. Según me dijeron, la Punta del Diamante se llamaba así porque sobre la cúpula de la iglesia del Sagrario, al final de la cruz o veleta (no recuerdo bien lo que es) cuando hace sol, y a determinadas horas del día, brilla algo así como un gran diamante, cosa que pude comprobar cuando me lo contaron. No sé si será cierto o pura leyenda, pero quien me lo refirió era persona culta y bastante mayor, por lo que me merecía crédito. No nací en Sevilla, pero vine muy pequeña y recuerdo muchos aspectos de la Sevilla de entonces, más reducida, pero más encantadora, más familiar...>>
